miércoles, 27 de diciembre de 2023

Capitulo 20. Los muertos no salen


¿Los muertos salen? ¿Hay almas en pena? ¿O espíritus vagando?

“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol”.

Esto quiere decir que los que han muerto no pueden tener, ni tienen ningún tipo de relación o contacto con los que estamos aquí en la tierra. La Biblia enseña que los que han muerto no tienen más parte con los que estamos aquí en la tierra como vemos en Eclesiastés 9:5-6.

Los cananeos consultaban a los espíritus y a los muertos con la esperanza de obtener poder y de predecir los eventos futuros. Esta práctica es una abominación ante Dios y es la razón por la que los cananeos fueron expulsados de esa tierra. Israel recibió la advertencia de no imitar a los cananeos, pues de lo contrario ellos sufrirían una pena similar.

El contacto con los muertos no es cierto porque, los espíritus de los muertos no pueden comunicarse con los vivos. Sin embargo, es una práctica muy común, cuando un familiar fallece, que la persona quiera comunicarse con él a través de “médium” una especie de intermediario que sirve de intercomunicador con el más allá.

Mi mamá tenía una amiga que decía hablar con los espíritus de los que ya no estaban en este plano, yo era muy pequeña y no se me permitía estar en estas sesiones de “espiritismo” en las que mi mamá anhelaba comunicarse desde el más allá con la suya. Me escondía para ver todo lo que sucedía, y podía detallar como la señora Elba (la médium o intermediaria) “entraba en trance” y comenzaba a temblar como si de un ataque de epilepsia se trabara y cómo cambiaba la voz para generar el supuesto mensaje. Mi mamá casi siempre acababa con la conexión por el miedo que le daba.

¿Con quiénes se están comunicando, entonces, los médium y espiritistas? Si efectivamente están comunicándose con un ser espiritual, lo más probable es que sea un impostor cuya verdadera intensión sea engañar. La Biblia siempre prohíbe la práctica de la necromancia.

Algunos seguramente intentarán defender la necromancia señalando el pasaje de 1 Samuel 28. Aquí Saúl pide a la adivina de Endor que llame a Samuel de la tumba. El espíritu de Samuel se levanta y anuncia un mensaje profético a Saúl. Las opiniones de los estudiosos bíblicos están divididas con respecto a este relato.

Cualquiera sea el punto de vista que uno defienda, es claro que este versículo no nos alienta a consultar con los médiums. Saúl en este momento de su vida estaba fuera de la voluntad de Dios y debido a que el Espíritu de Dios le había abandonado, no podía recibir palabra de Dios. Desesperado, y siguiendo una constante en su vida, desobedeció a Dios, y sufrió las consecuencias. Este relato de Saúl nos enseña una lección y no es un ejemplo que debamos seguir.

Un minuto después de la muerte ¿Qué sucede con nuestro último aliento? La Biblia nos enseña lo que habrá de ocurrir. En primer lugar, nuestra alma y espíritu inmaterial se separan de nuestro cuerpo físico. 2 corintios 5:8 dice: "Así que nos mantenemos confiados y preferiríamos ausentarnos de este cuerpo y vivir junto al Señor".

No habrá demora en un estado de inconsciencia al que muchos denominan "sueño del alma”. Estaremos de inmediato ante la presencia de Dios. En segundo lugar, el alma en el cielo se perfecciona en santidad, y desaparece por completo nuestra antigua naturaleza pecaminosa. Hebreos 12:23 menciona "los espíritus de los justos que han llegado a la perfección". Los espíritus de los santos están en el reino de los cielos y han llegado a la perfección. La lucha contra el pecado que describió Pablo y en la cual participan todos los cristianos finaliza para siempre cuando, después de la muerte, entramos en nuestra condición glorificada.

¿Entonces, qué pasa cuando se nos aparece un muerto?

Cuando morimos nuestro cuerpo se vuelve polvo, pero nosotros no solo somos cuerpo, también somos espíritu y la escritura enseña, que el espíritu sube a Dios. Así que no hay espíritus vagando por este mundo ni almas en pena esperando algún tipo de descanso.

Bueno ya sabemos que no son de Dios estas apariciones, primero porque no dan paz y todo lo que viene de arriba es bueno, da paz, da sosiego. Yo recomiendo que cuando esto suceda te pongas a orar e invocar la presencia del Señor, ignorando por completo dicha aparición, ya verá que pronto desaparece porque la Biblia dice en Santiago 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Y por diablo entendemos ese pensamiento negativo e inquietante.

Deuteronomio 18:10, 11 dice: Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos.

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