¿Los muertos salen? ¿Hay almas en pena? ¿O espíritus vagando?
“Porque los que viven saben
que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su
memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron
ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol”.
Esto quiere decir que los que han muerto no pueden
tener, ni tienen ningún tipo de relación o contacto con los que estamos aquí en
la tierra. La Biblia enseña que los que han muerto no tienen más parte con los
que estamos aquí en la tierra como vemos en Eclesiastés 9:5-6.
Los cananeos consultaban a los espíritus y a los muertos
con la esperanza de obtener poder y de predecir los eventos futuros. Esta
práctica es una abominación ante Dios y es la razón por la que los cananeos
fueron expulsados de esa tierra. Israel recibió la advertencia de no imitar a
los cananeos, pues de lo contrario ellos sufrirían una pena similar.
El contacto con los muertos no es cierto porque, los
espíritus de los muertos no pueden comunicarse con los vivos. Sin embargo, es
una práctica muy común, cuando un familiar fallece, que la persona quiera
comunicarse con él a través de “médium” una especie de intermediario que sirve
de intercomunicador con el más allá.
Mi mamá tenía una amiga que decía hablar con los
espíritus de los que ya no estaban en este plano, yo era muy pequeña y no se me
permitía estar en estas sesiones de “espiritismo” en las que mi mamá anhelaba
comunicarse desde el más allá con la suya. Me escondía para ver todo lo que
sucedía, y podía detallar como la señora Elba (la médium o intermediaria)
“entraba en trance” y comenzaba a temblar como si de un ataque de epilepsia se
trabara y cómo cambiaba la voz para generar el supuesto mensaje. Mi mamá casi
siempre acababa con la conexión por el miedo que le daba.
¿Con quiénes se están comunicando, entonces, los médium
y espiritistas? Si efectivamente están comunicándose con un ser espiritual, lo
más probable es que sea un impostor cuya verdadera intensión sea engañar. La
Biblia siempre prohíbe la práctica de la necromancia.
Algunos seguramente intentarán defender la necromancia
señalando el pasaje de 1 Samuel 28. Aquí Saúl pide a la adivina de Endor que
llame a Samuel de la tumba. El espíritu de Samuel se levanta y anuncia un
mensaje profético a Saúl. Las opiniones de los estudiosos bíblicos están
divididas con respecto a este relato.
Cualquiera sea el punto de vista que uno defienda, es
claro que este versículo no nos alienta a consultar con los médiums. Saúl en
este momento de su vida estaba fuera de la voluntad de Dios y debido a que el
Espíritu de Dios le había abandonado, no podía recibir palabra de Dios.
Desesperado, y siguiendo una constante en su vida, desobedeció a Dios, y sufrió
las consecuencias. Este relato de Saúl nos enseña una lección y no es un
ejemplo que debamos seguir.
Un minuto después de la muerte ¿Qué sucede con nuestro
último aliento? La Biblia nos enseña lo que habrá de ocurrir. En primer lugar,
nuestra alma y espíritu inmaterial se separan de nuestro cuerpo físico. 2 corintios 5:8 dice: "Así que nos
mantenemos confiados y preferiríamos ausentarnos de este cuerpo y vivir junto
al Señor".
No habrá demora en un estado de inconsciencia al que
muchos denominan "sueño del alma”. Estaremos de inmediato ante la
presencia de Dios. En segundo lugar, el alma en el cielo se perfecciona en
santidad, y desaparece por completo nuestra antigua naturaleza pecaminosa. Hebreos 12:23 menciona "los espíritus
de los justos que han llegado a la perfección". Los espíritus de los
santos están en el reino de los cielos y han llegado a la perfección. La lucha
contra el pecado que describió Pablo y en la cual participan todos los
cristianos finaliza para siempre cuando, después de la muerte, entramos en
nuestra condición glorificada.
¿Entonces, qué pasa cuando se nos aparece un muerto?
Cuando morimos nuestro cuerpo se vuelve polvo, pero nosotros no solo
somos cuerpo, también somos espíritu y la escritura enseña, que el espíritu
sube a Dios. Así que no hay espíritus vagando por este mundo ni almas en pena
esperando algún tipo de descanso.
Bueno ya sabemos que no son de Dios estas apariciones,
primero porque no dan paz y todo lo que viene de arriba es bueno, da paz, da
sosiego. Yo recomiendo que cuando esto suceda te pongas a orar e invocar la
presencia del Señor, ignorando por completo dicha aparición, ya verá que pronto
desaparece porque la Biblia dice en Santiago
4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Y por
diablo entendemos ese pensamiento negativo e inquietante.
Deuteronomio
18:10, 11 dice: Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el
fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros,
servir de médium espiritista o consultar a los muertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario