lunes, 16 de octubre de 2023

Capítulo 13 Resilencia. Hablando con Dios

 


     Hay situaciones de quebranto y éstas, son el escenario perfecto para que la desazón haga su entrada triunfal; están dadas las condiciones para que la angustia esté presente en todo su esplendor. El momento ideal para la frustración y el típico pensamiento de quien permite que el quebranto se torne en derrota: “abandono esta balsa”.

     Ahora, después de mirar con detalle mi situación… Hago silencio, Señor y te explico todo lo que contiene el vaso de mi alma, vaso que está desbordado de emociones encontradas, es una tormenta de ideas, Señor me puse a escuchar la tormenta, y obvié la orden que me diste en días pasados de “pasar al otro lado”.

     Siento que “Hay un límite… y que estoy justo allí”. Señor esta situación me supera y es que hace mucho, pero mucho tiempo no experimentaba este nivel de desconcierto e inconformidad. Levanté gritos de desesperación en tu presencia, no me quejé, pues evidentemente tú no tienes la culpa de que los humanos no hagamos lo que deberíamos hacer, de que no recordemos tus promesas en momentos de angustia… Te dije lo que pienso y tú guardaste silencio mientras mi boca se llenaba de palabras de inconformidad. Eres tan comprensivo, tan misericordioso.

     Una vez terminé mi exposición, me hiciste saber: “entiendo perfectamente esa sensación que tienes… la he tenido yo contigo”.

     Yo, ya no tengo más palabras, solo escucho y entonces, traes a mi mente esta palabra: “RESILIENCIA” ya una vez me la mostraste y se la enseñé a mi hija, la analizamos juntas y vimos lo majestuoso de su significado, sí, la leí, la interpreté, pero no la internalicé, tu sabías que me iba a hacer falta más adelante.

      "Rebotar" de una experiencia difícil, como si uno fuera una bola o un resorte. Asumir con flexibilidad situaciones límite y no solo sobreponerse a ellas, sino ver más allá de la situación, la mejoría. Las personas resilientes poseen tres características principales: saben aceptar la realidad tal y como es; tienen una profunda creencia en que la vida tiene sentido; y tienen una inquebrantable capacidad para mejorar.

     ¿Eso es lo que quieres decirme? Perfecto. Entiendo tu punto, seré resiliente, la desarrollaré y me sobrepondré a este escenario… Que grande eres Señor, hoy mientras meditaba en esta palabrita me regalaste esto:

“Mira, hoy te he hecho fuerte,

como ciudad fortificada que no se puede conquistar,

como columna de hierro o pared de bronce.

Te enfrentarás contra toda esta tierra:

contra los reyes, los funcionarios, los sacerdotes y el pueblo de

Judá.

Ellos pelearán contra ti, pero fracasarán,

porque yo estoy contigo y te protegeré.

¡Yo, el Señor, ¡he hablado!” Jeremías 1.18-19

 

     Sé que estás conmigo, eres mi fortaleza y mi ayuda. Estás por encima de todo y todos, estás por encima de mis ideas y vista corta… Tú ves más allá, es en ti que se puede ser resiliente, es a través de ti que me sobrepondré, es con tus ideas que seré flexible, y es que tú ya sabes lo que yo no veía…que estaba en VICTORIA.

     La victoria tiene un nombre y, evidentemente, no es el mío, ni el de aquel, ni el de este otro; solo tu nombre JESÚS y contigo es que estamos en VICTORIA.

     Tú eres el escenario de la VICTORIA. Tú eres la respuesta y no yo. Tú eres el escenario.

Capítulo 12 Levántate Maribel y Resplandece

 


Isaías 60: 1 ¡¡¡Levántate, y resplandece!!! Porque vendrán tiempos de refrigerio a tu vida, porque Dios enjugó cada una de tus lágrimas y tu dolor no le fue nunca ajeno, levántate y resplandece en Cristo, busca más la llenura del Esp. Sto. porque Dios va a usar tu vida como nunca antes te usó.

      Usé este texto Bíblico que me regaló mi amiga Tere, como encabezado y como título de este post en la que voy a contar mi testimonio; "resplandece" "levántate", después de leer el hermoso correo que me envío Tere solo éstas dos palabras retumbaban en mi mente sin cesar, Levántate y resplandece. 

     Hace años fui diagnosticada con Artritis Reumatoidea, (AR) estás siglas comenzaron a aparecer en cuanta ficha médica llevaba mi nombre, como consecuencia de la AR, mi rodilla terminó afectada al punto de impedirme la marcha, no solo la rodilla, ahora entiendo a las que han pasado por dolores similares cuando dicen "ni el brasier me podía abrochar", "daba vueltas en la cama sin poder dormir con los dolores" así pasé varios años, hasta que ante la incapacidad para moverme sin ayuda, acudí al médico, me pusieron un tratamiento para la AR y  fui operada de la rodilla.

Luego de la operación y con el tratamiento mejoré muchísimo, mis dolores casi desaparecieron, y caminaba perfectamente, pero eso no duró mucho, al poco  tiempo y a pesar del tratamiento mis dolores regresaron y mi rodilla, de nuevo comenzó a dolerme al punto de impedirme caminar de nuevo, daba más de dos pasos y tenía que sentarme, no salía casi de mi casa,  mis hijos, mis hermanas, mi familia, todos oraban por mí, por mi salud, me insistían a diario que fuera al médico, pero yo me decía ¿para qué? no quería volver a escuchar lo que escuchaba siempre que iba al control por la AR, que  no había entrado en remisión aún y que mi rodilla estaba destrozada y había que ponerme una prótesis , fue  tanto el dolor y mi caminar era tan difícil, que decidí ir al médico, fui al traumatólogo, confieso que  esta decisión no fue mía, mi nuera Carla casi me obligó no solo a ir al médico, sique no me soltó hasta que me vio operada, me sacó de ese sillón en el que pasaba los días sin pena ni gloria.

     Muchas veces le pedí a Dios en medio de mi dolor, que me sanará, leyendo  testimonios de personas a las que sigo en sus blog, como el primero que leí de Tere y hace unos pocos días  el de Nohemi, en el testimonio de Nohemí también me impresionó el título de su blog: "hay una esperanza para ti”, sentí que Dios me estaba hablando, el hecho es que Dios ha estado tratando de decirme por todas partes que está escuchando mis oraciones, aun sentada sin poder moverme, adolorida he estado segura que en algún momento sucederá algo, que mi milagro llegará.

   Años después editando este texto, pude verificar que en efecto es en los tiempos de Dios y no en el nuestro, si bien es cierto que aún tengo el diagnostico de artritis, no la padezco, aprendí a no padecerla, a no sentirla, a no medicarme, a no darle pertenencia, nunca digo “MI” artritis, porque no es parte de mí, es una intrusa que creyó que podía instalarse en mi vida para siempre, vive ahí como la vecina que espera un descuido para entrar en tu casa sin permiso pero estoy alerta y en mi vida no vuelve a accionar más.  porque Dios me dio ese poder de crear lo que quiero para mí y definitivamente no la quiero a ella cerca. Un buen día doné todas las medicinas que me habían enviado del exterior porque en mi país no las había, me quedé sin una sola pastilla para el dolor y de nuevo le dije a Dios, “solo tú, señor, de tu mano”

Aprendí a levantarme y a resplandecer en cada situación por difícil que esta sea, sé que tengo el poder, su poder para cambiar el orden de las cosas, la gente me pregunta si me curé, científicamente no, la artritis es una enfermedad incurable, pero espiritualmente y en el mundo donde me manejo, en lo sobre natural, no la padezco, no tomo ningún tratamiento. Mi respuesta es “La tengo, pero no la padezco”.

 

 

 

 

 

 

Capitulo 11 ¿Porqué tienen tanto miedo?

 

"Luego subió a la barca y sus discípulos lo siguieron. De repente, se levantó en el lago una tormenta tan fuerte que las olas inundaban la barca. Pero Jesús estaba dormido. Los discípulos fueron a despertarlo.



—¡Señor —gritaron—, sálvanos, que nos vamos a ahogar!

—Hombres de poca fe —les contestó—, ¿por qué tienen tanto miedo?

Entonces se levantó y reprendió a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo.

Los discípulos no salían de su asombro, y decían: «¿Qué clase de hombre es éste, que hasta los vientos y las olas le obedecen?» Mateo 8: 23-27"

 

Los discípulos de Jesús iban con él en la barca, ya le habían visto hacer milagros, sabían de su poder, y, aun así, teniéndolo al lado, temieron, se angustiaron, porque Jesús dormía mientras las olas y la tormenta sacudían la barca...

¿Cuántas veces no actuamos igual que los discípulos? decidimos entregarle la vida a Jesús, confiar en él, vemos a diario como su misericordia, su bondad, su perdón, su providencia nos envuelve a cada instante y en el momento en que el temor quiere  hacernos tambalear la fe, en un segundo, le traspasamos todo el crédito que le habíamos dado a Jesús, nos olvidamos de como Jesús nos demostró a diario su amor, su protección y cambiamos toda esa paz, toda esa armonía y todo ese sosiego, toda esa seguridad, por pensamientos de negatividad y escepticismo y nos llenamos de duda y temor.

     El miedo es nuestro peor enemigo nos hace desconfiar de todo y de todos y desde ahí procedemos y entonces cuando nos vemos en la barca con Jesús navegando tranquilos, confiados, dirigiéndonos a puerto seguro, comenzamos a golpear como las olas, a crear tormentas alrededor, perdiendo así toda la paz y la serenidad que teníamos, no esperemos a que Jesús nos diga como a los discípulos en la barca "hombres de poca fe”. ¿Por qué tienen tanto miedo? Es Jesús el que está en tu barca, el que va contigo en esa barca. No permitas que el temor te robe tu paz, y tu gozo, ese, que el Señor te da a cada instante, no dejes que el miedo te tambalee la fe.

Un día tuve que  releer esto que había escrito hace tiempo, solía tener paz, no preocuparme de nada pues todo lo dejaba en manos de Dios, pero me dejé llevar por el temor, ese día llovió muchísimo, con vientos huracanados, comenzó a llover luego de que mi hija Carolina saliera en su carro, de mi casa, a la suya, y enseguida el temor se apoderó de mí, no solo comencé a llamarla al celular para saber de ella, me puse igual que los discípulos a despertar a Jesús que dormía plácidamente en el asiento de atrás del carro de mi hija, temiendo por ella: —¡Señor —gritaron—, sálvanos, que nos vamos a ahogar!  me dejé llevar por el temor y enseguida perdí la serenidad y se la hice perder a ella.

Al día siguiente le "aconsejé" que no saliera de su casa porque podía llover igual y esta vez, estaría en una autopista, me mandó un mensaje que trascribo a continuación: "mamá no me caen bien tantas palabras negativas, me paralizan", le pedí disculpas y le dije que tenía razón, si Dios la está enviando a alguna parte a hacer su voluntad, él va a garantizar el éxito de su encomienda, no solo no tenía por qué preocuparme, sino que no tenía que preocuparla , ella tenía a Jesús en su barca, como lo va a tener todos los días, mi deber era alentarla a no tener miedo, pero como yo me estaba dejando llevar por el miedo, le transmití mis temores a ella que iba tranquila y tuvo que hacer doble esfuerzo entre controlar la situación de la lluvia y mis miedos.

     Hoy reflexionando, pues luego vino mi otra hija Adriana y me dijo: mamá últimamente estas así de preocupada por todo, llegué a la conclusión de que estoy llenando mi alma con más cosas del mundo que de las de Dios, comencé a buscar el motivo por el cual había perdido mi paz, esa paz de Dios, y llegué a la conclusión de que son más las cosas negativas con las que me estoy alimentando, que las positivas, y es lógico si me separo aunque sea un poquito del único que me sustenta y me mantiene, de mi roca, y me dejo llevar por el temor aparece  el miedo y el miedo no es de Dios.

     Porqué digo que me he alimentado más con las cosas del mundo, pues debido a que paso los días leyendo las noticias de mi país, escuchando comentarios negativos de la gente, en lugar de escuchar y ver solo aquello que exhorta, consuela y edifica, como lo hacía antes cuando logré tener esa paz de Dios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Capitulo 10 El Reconocimiento



"Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece." (Juan 15:19)



-Hola mamá-

-Hola hija- ¿Y esa carita?

-Estoy triste, indignada, creo-

- ¿y eso por qué?

-Hoy en el recorrido que nos hicieron a los nuevos estudiantes de medicina, por el Hospital, nos mostraron todos los servicios, y en cada uno estaba expuesta la placa de su fundador, vimos así la placa del Doctor Andrade en el Servicio de Traumatología, la del Doctor Ruiz, en el Servicio de Medicina Interna, y cuando nos acercamos al servicio de Psiquiatría esperaba ver colgada la placa que mi hermano Luis Tomás hizo a mí papá, "Luis Tomas Romero Fundador del Servicio de Psiquiatría", pero no, este servicio no tiene ninguna placa, ¿Y es que acaso no saben que mi papá lo fundó, es que no conocen su obra aquí? ¿Mi papá no fue nadie aquí en el Hospital?

-No hija- tu papá no pertenecía a ese mundo, del Hospital-

-Como es eso mamá?, si me consta todo lo que hizo mi papá por el Hospital y por sus pacientes-

 -Te explico: -mira hija, las cosas que hizo tu papá por sus pacientes y por el hospital, no eran cosas de este mundo, y por ende del mundo del hospital, eran cosas de Dios, de su mundo, el no obedecía a la voz de la administración del Hospital, aunque si cumplía las normas del mismo, siempre y cuando no fueran en contra de los mandamientos de Dios, el obedeció la voz de Dios, cuando lucho para que eliminaran el cuarto de aislamiento de la emergencia, donde encerraban a los pacientes psiquiátricos y los amarraban y les tiraban la comida por debajo de la puerta, sin ningún tipo de aseo,  se propuso crear un servicio digno para esos pacientes.

     Mientras llamaban a una huelga general de brazos caídos, tu papá seguía pasando su consulta como si nada, y cuando producto de esa huelga, la cocina del hospital no trabajaba, tu papá cocinaba fideos en una olla gigante y se iba cama por cama repartiendo un poco a cada paciente.

Mientras todos se vestían de gala para la inauguración de la oficina que se encargaría de la auto gestión (cobrar a los pacientes parte de la asistencia recibida) tu papá se plantaba en medio con una pancarta, hecha por él, que decía "Esto es un insulto a la dignidad del pueblo" y fue por su mediación, que no se dio la famosa "auto gestión" y hasta el día de hoy todo es gratuito en ese hospital.

     Tu papá uso su bata de médico para vestir a una paciente que deambulaba desnuda por el centro de una ciudad y la trajo a su lugar de origen, bajo la mirada escrutadora de todo el que se encontraba a su paso, incluso tuvo que pelearse con el conductor del autobús para que lo dejara subirla "en esas condiciones"- ¡claro que el mundo no conoce su obra- la conoce Dios-claro que no fue nadie para el hospital, lo fue para Dios, para sus pacientes, su reconocimiento viene de Dios, no de este mundo al que no pertenecía, así que no esperes, como no lo esperaba él, tener reconocimiento alguno, porque él no era de este mundo, no pertenecía a este mundo.

     ¿Y es que su comportamiento no era así solo en el hospital, cuantas veces no lo viste amarrarse a un árbol para impedir que lo cortara? mientras la gente que pasaba le gritaba ¡loco ¡

     ¿A quién se le ocurre, "pedir" a un vivero 100 maticas "trinitarias", subirlas a su vieja camioneta caribe, junto con un recipiente de agua y un vasito plástico, sembrar bajo ese solazo a 33° grados de temperatura, matica por matica y rociarle a cada una su correspondiente vasito de agua y arborizar así la avenida principal de la Mora que era como decimos aquí "un peladero de chivos"?-hija, esas no son cosas de este mundo-, en esa avenida hoy día ,hay una placa en reconocimiento a alguien que no era de esta ciudad, un político famoso que murió recientemente, y otra al "escultor", que elaboró estatuas de imágenes de santos y de mujeres desnudas, con los árboles secos, tú quieres que el nombre de tu papá aparezca ahí, en otra placa?

    ¿No sé si recuerdas aquella canción que yo solía cantarles a ti y a tus hermanos “un mundo al revés”? cuya letra decía: había una vez una lobito bueno, al que maltrataban todos los corderos, había una vez una bruja hermosa, un príncipe malo y un pirata honrado, todas esas cosas había una vez, cuando yo cantaba un mundo al revés.

Te cuento hija ,que ahora entiendo que no es que existe un mundo al revés, sino que existe "un mundo" del cual Dios nos elige y nos saca y que afortunadamente sacó a tu papá, él no tiene nada que ver con el hospital y el servicio de Psiquiatría, el no perteneció a ese mundo, él se debió a las personas que necesitaron en su oportunidad de ese centro y de sus servicios para recuperar la salud, para lo que utilizó la herramienta que Dios le dio, su talento, y el don de servir.

     No esperes lealtad de un mundo desleal, no esperes justicia de un mundo injusto, no esperes reconocimiento del mundo, el único justo, leal, es Dios y no tiene nada que ver con el mundo. Estoy segura que la próxima vez que pases por el servicio de Psiquiatría del hospital, no vas a voltear a ver el vacío en la pared, vas a ver a la gente que estuvo y está ahí dentro esperando recuperarse y solo vas a sentir deseos de ayudar, de ser parte digna de la creación y de la obra del Señor, como lo hizo tu papá, ése es el más grande reconocimiento.

     Gracias Señor por habernos revelado esto hoy, gracias por contestar nuestras oraciones tan rápido, gracias por moldearnos cada día, gracias por pastorearnos, no queremos reconocimiento de este mundo Señor, solo queremos ser tus ovejas y caminar de tu mano. Amén.

A los años de haber sucedido todo esto, mi nieto Ian se embarcó en una cruzada en el hospital, luchó con toda la burocracia y política de este mundo y finalmente logró que el servicio de psiquiatría llevara impreso en una placa el nombre de su fundador, su abuelo y también papá de Ada, una hermosa placa que hizo Luis Tomas jr. Y que esperó años para ser colgada.