domingo, 16 de abril de 2023

Capítulo 5. Mi nueva relación con Dios

Juan 4: 24 Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.

«Yo Soy el Señor, tu Dios. No tendrás otros dioses aparte de Mí. No te harás ninguna imagen ni ninguna semejanza de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra». (éxodo 20)

     Yo solía coleccionar vírgenes de todas partes y diferentes materiales, y aunque había leído la biblia, nunca había leído ese versículo, sencillamente porque en mi biblia no aparecía. Un día mi hija Carolina que lo entendió primero que yo, y a quién le debo también mis inicios en el camino de la espiritualidad, me conmino a no tener imágenes, recuerdo que le contesté que era solo una colección, que yo no les oraba ni me arrodillaba ante ellas, pero en ese entonces no me atrevía a deshacerme de ellas, me parecía que estaba siendo desleal con la virgen. Ella lo intentó muchas veces y no le hice caso.

     Pero tenía la inquietud de si estaba haciendo lo correcto al conservarlas, un día acudí a una librería cristiana a comprar un libro y le pregunté a la dependiente: ¿Por qué no puedo tener imágenes? y ella no me contestó, me presentó a un cliente y le pidió me contestara él. El señor en cuestión comenzó presentándose y me confió su testimonio me dijo que antes de seguir a Jesús había sido santero, que había llegado al más alto nivel en esa especie de “religión”, y que un día escuchó el llamado de Dios y se alejó de todo aquello, hacía ya 20 años de eso y, en la actualidad, era pastor de iglesia. Recordé la historia de Pablo, que antes del llamado de Jesús a seguirle, lo persiguia.

     Me explicó brevemente por qué no debía adorar imágenes, y me señaló en la biblia los mandamientos. Y ahí estaba la orden de Dios en el cuarto mandamiento, que por cierto no lo tenía mi biblia, ni me lo enseñaron nunca en el colegio religioso en el que hice parte de la primaria. Recuerdo haber leído en la librería junto a él ese mandamiento, sentí como que el mismo Dios me estaba contestando, lo entendí de una sola vez y sin más explicaciones, lo sentí en el espíritu.

     Al llegar a mi casa, tomé todas las imágenes que tenía, incluyendo esas hermosas vírgenes de porcelana italiana y las hice añicos y más nunca en mi vida oré ante alguna. No tengo religión alguna pero sí una profunda relación con Dios directa y sin intermediarios. Ese día me di cuenta que manipulaban la biblia a través de libritos impresos , en donde agregaban o quitaban a su antojo partes de la biblia.

"No añadiréis nada a la palabra que yo os mando, ni quitaréis nada de ella, para que guardéis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios que yo os mando". Deuteronomio 4:2

     Entendí de una vez por todas porque lo sentí, en el espíritu aquella tarde cuando el pastor me leyó ese versículo en la librería, que cada una de esas imágenes de santos, vírgenes a las que se rinde adoración son "ese otro Dios" y que nos aparta del Dios verdadero que tenemos dentro. ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? Isaías 40: 18.

     Las excusas para tener imágenes son siempre las mismas, resumidas en la desidia, en la comodidad de creer en Dios a mi manera, cuando veo la virgencita de la cómoda, o el Cristo en la puerta, ese ratico de admiración te aleja de lo que significa adorar a Dios en Espíritu (corazón), y en verdad (por su palabra) porque no sabes cómo creer y confiar en lo que no estás viendo.

     “Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia ahora a los hombres que todos y en todas partes deben convertirse”. (Hechos 17:30

     Dios pasando por alto los tiempos de ignorancia…, yo era una de las que tenía un afiche enorme de Jesús de la misericordia y a ese afiche le pedía milagros, por supuesto no era el afiche, era Dios, ese Dios tan misericordioso que aceptó que yo llegara a él a través de esa imagen, y no por eso dejó de obrar milagros en mi vida, todo lo contrario, fueron tantos que llegó un día en que mi conversación ya era directa con él, sin ningún intermediario.

     Adorar en espíritu, esta frase lo indica todo, si la entendiésemos no habría necesidad de adorar de otra manera a Dios. 

En mi casa materna, sobre una mesa, permanecía la biblia abierta en el salmo 91 la biblia, pero nadie oraba, era como una especie de protección, o hasta fetiche y no es que esté mal tener la biblia y de paso abierta, lo que no debe ser es pensar que cualquier página de ella, puesta en la mesa de entrada va a protegernos, no, lo que te brinda protección ni siquiera es leerlo, es sentirlo, si, sentir por ejemplo la parte que dice que aunque caigan 1000 hombres a tu lado y 10000 a tu derecha tu estarás fuera de peligro, si fueses capaz de internalizar, de sentir en espíritu estas palabras del salmo 91, no habría necesidad siquiera de mantener la Biblia abierta, el salmo completo correría por tus venas. 

     Adorar, venerar, rendir culto, palabras más, palabras menos. Cambian las palabras, pero igual se mantienen las prácticas: se les llora, se les prende velas, inciensos, se les reza, se les pide favores, se levantan altares en las casas, en los negocios, se usan medallitas, crucifijos, resguardos, estampitas en las carteras para sanación, suerte, cinticas en la muñeca, por supuesto, se pasean símbolos por las calles en semana santa incluyendo imágenes de vírgenes, hasta se hace una mezcla de santería y religión.   

     Esa actividad viene de la ignorancia que se tiene de la naturaleza de Dios y de su voluntad, porque bien expresada que está en la misma Biblia.

     El verdadero adorador de Dios No sigue doctrinas, tradiciones, opiniones, modas o antojos de teólogos, pastores, predicadores, evangelistas o religiones. No se postra ante ninguna imagen o ser vivo.

      Está escrito «Tan cierto como que yo vivo —dice el Señor—, ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua confesará a Dios”. Romanos 14:11

“No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra”.








No hay comentarios: